A diferencia de muchas otras metrópolis europeas, en Nápoles la diferenciación de rutas y empresas ha complicado la creación del pago contactless mediante tarjetas de crédito y débito, como el costo del viaje varía de acuerdo a la distancia recorrida (dividido en bandas).
Para superar este problema, se han introducido TAPin y TAPout, es decir, la tarjeta de pago debe pasarse al lector en la entrada. ambos a la salida, a menudo el de la salida suele estar presente cerca de los torniquetes antes de la salida.
El sistema calculará automáticamente la cifra adecuada en función de la banda de salida, mientras que en caso de TAPout perdido cobrará la cantidad más alta para toda la ruta.
La línea cuenta 4 estaciones, 4 los minutos necesarios para recorrer toda la ruta Vía Morghen - Plaza Montesanto.
La línea cuenta Estaciones 4, 3 los minutos necesarios para recorrer toda la ruta Parque Margarita - Cimarosa.
La línea cuenta Estaciones 5, 7 los minutos necesarios para recorrer toda la ruta Mergellina - Manzoni.
La línea cuenta Estaciones 4, 5 los minutos necesarios para recorrer toda la ruta Augusteo - Plaza Fuga.
Durante el siglo 19, la ciudad de Nápoles experimentó un período de crecimiento en el sector de la construcción, con el desarrollo de lo que serán entonces los barrios Vomero e Arenella. Fue en esta coyuntura que surgió la necesidad de conectar los barrios altos con el resto de barrios de la ciudad, por lo que en 1880 empezó a surgir la hipótesis de "el funicular de Nápoles". Fueron los dos ingenieros Cigliano y Ferraro quienes estudiaron los sistemas mecánicos para la construcción de los funiculares de chiaia e Montesanto. Unos años más tarde, el proyecto fue presentado a la Municipalidad que, con el apoyo de Banca Tiberina, comenzó los trabajos de construcción.
Solo hacia los años 20 se pudo ver la construcción de las otras plantas funiculares, es decir: Centrale, que se construyó para crear un vínculo entre los barrios altos y el centro de la ciudad, y el de Mergellina, que se construyó, así como las dos primeras plantas, para mejorar la tierra circundante en el momento de la construcción.
Para las operaciones se fundaron dos empresas, la SAFUCE, en 1926, que se ocupó de la construcción de la planta Centrale, y SPEME, que en cambio trabajó en la de Mergellina.