Silvio Berlusconi,, figura emblemática de la política y la economía italianas, falleció hoy a los 86 años. El hospital San Raffaele de Milán, donde estaba hospitalizado desde el viernes, fue testigo del final de una era.
El camino de una leyenda
Antes de convertirse en un figura politica, Berlusconi se había hecho un nombre como uno de los empresarios más exitoso en Italia. Su capacidad para construir un imperio mediático es incuestionable y lo ha llevado a ser una figura clave en el mundo empresarial.
Tres veces al mando de Italia
De edificios corporativos a edificios políticos, el salto fue natural para un hombre de su calibre. Berlusconi fue tres veces primer ministro y su influencia en la política italiana durante los últimos treinta años ha sido enorme. No exenta de polémica, su figura ha dividido a la opinión pública como pocas.
La batalla con la salud
Berlusconi ha tenido un viaje de salud lleno de baches en los últimos años. Allá Leucemia mielomonocítica crónica era uno de los problemas que lo aquejaban, y tuvo que lidiar con varias complicaciones.
Hospitalizaciones y operaciones
Había sido hospitalizado a principios de abril debido a complicaciones respiratorias relacionadas con su enfermedad. En 2016 se había sometido a una delicada operación de corazón y en 2019 a una operación de urgencia por una obstrucción intestinal.
El león nunca deja su manada
A pesar de sus problemas de salud, Berlusconi nunca ha retrocedido. Continuó al frente de la partido de centro-derecha Forza Italia, que él había fundado, y regresó al parlamento como senador el año pasado después de nueve años de ausencia. Su tenacidad y entrega a la política fue una seña de identidad hasta el final.
Una figura que dejará huella
Independientemente de cómo la gente viera a Berlusconi, su legado será parte de la historia italiana en los años que vendrán. Su muerte marca el final de una era y su influencia seguirá repercutiendo en el panorama político y económico italiano.