El tío Vanja di Bellocchio en el teatro Bellini: la puesta en escena de la resignación y la infelicidad del siglo [Reseña]

Sergio Rubini y Michele Placido en el espectáculo Zio Vanja en el teatro Bellini de Nápoles

El tío Vanja según Marco Bellocchio: entre preocupaciones, ansiedades y renuncias del siglo pasado y de nuestros días. En el escenario en el Teatro Bellini en Nápoles

Va al escenario en Teatro Bellini en estos días, e hasta 19 enero 2014, uno de los dramas más intensos y profundos en la historia del teatro moderno, y también uno de los más famosos de la producción de Anton Chejov, Tío Vanja.

Dirigido Marco Bellocchio, que ya se había enfrentado a Chéjov en 1977 para realizar una representación televisada del drama "La gaviota". En el escenario, en el papel de los protagonistas, un soberbio y egoísta Michele Placido en el papel del profesor Serebryakov, e Sergio Rubini, en el papel del resignado y desesperado Tío Vanja.

La historia tiene lugar en el pais heredado de Profesor Serebryakov del padre de su esposa fallecida, y donde su hija vive actualmente Sonja, el cuñado Tío Vanja, y su suegra. En una atmósfera que ilustra la vida en el campo ruso de una manera muy intensa y vívida, la existencia de estas personas transcurre de manera monótona y repetitiva. Una sensación de frustración y resignación se cierne sobre todos los personajes que el espectador es capaz de percibir incluso sin necesidad de palabras.

Sergio Rubini en el espectáculo Zio Vanja en el Teatro Bellini de Nápoles

Se capta en los largos silencios sobre el escenario, a través de las miradas decepcionadas de quienes, como Uncle Vanya y Sonja, han trabajado durante muchos años para administrar esta finca sin obtener ninguna ventaja, ni económica ni personal. Los únicos bolsillos que se han enriquecido son los del profesor Serebrjakov, heredero de la propiedad desde el punto de vista formal, pero no moral, pues ya ha "reemplazado" a su anterior esposa fallecida con Helena, una joven y hermosa mujer, que ya se ha vuelto a casar.

Tío Vanja se pierde continuamente en discursos pesimistas y tétricos sobre la falta de entusiasmo de su vida y sobre la resignación de llevar su vida en la indiferencia y sin ideal alguno. ("Estoy sofocado por la idea de que mi vida está perdida sin remedio"). Es el emblema del hombre que no hace más que vivir con remordimientos y pesares, y que se da cuenta de que no ha disfrutado plenamente de los mejores años de su vida cuando ya es demasiado tarde. Y como él, los demás también están constantemente esperando que suceda algo nuevo, tanto que puedan revolucionar sus tristes vidas.

El evento disruptivo está representado porllegada del profesor Serebrjakov y su nueva esposa Helena a la finca del tío Vanja. Una situación que perturba la ancestral quietud del lugar y los estados de ánimo de quienes lo habitan, pero que también consigue sacar a relucir el temperamento de Vanya, que acaba enamorándose de la joven Helena. Su sobrina Sonja también parece salir del "letargo" en el que había caído en el transcurso de su vida, comenzando a sentir amor por el doctor Astrov, quien llegó a la finca para tratar al profesor.

Pero es cuando Serebryakov decide vender la propiedad y el terreno para obtener un ingreso mensual fijo que la impaciencia y el descontento del tío Vanya logran aflorar por completo. Su cuñado vanidoso y egocéntrico no puede quitarle su casa, el lugar donde en los últimos años ha trabajado duro con su sobrina Sonja, sin que se le reconozcan los méritos. La ira alcanza niveles extremos, y Vanya decide apuntar con el arma al anciano profesor, fallando miserablemente a su objetivo.

Al final del drama, todo vuelve a ser como antes. El breve pero intenso “shock” de vida provocado por la llegada de Serebryakov y su esposa no trae consigo consecuencias ni cambios. Los amores no han sido correspondidos, y el deseo de redención del tío Vanya se repliega sobre sí mismo y muere solo porque el profesor ha decidido regresar a la ciudad.

Una puesta en escena detallada y evocadora, la creada por Bellocchio para la representación de Tío Vanjay un aplauso especial Sergio Rubini, que hizo que el protagonista del drama checovian extraordinariamente irónico, listo y agudo, pero aún amargo y resignado.

Tío Vanja transmite una verdad profunda e irrefutable hasta nuestros días. Amar la vida, siempre y en todo caso, recordando "actuar" en lugar de cavilar sobre el pasado y sobre lo que no se ha hecho. asistiendo a la Tío Vanja di Bellocchio significa hoy estar cara a cara con las angustias y angustias del siglo pasado, pero también con lo que nos encontramos viviendo, en la búsqueda continua de la serenidad mental y el equilibrio mental que encontramos en las cosas más aburridas y banales de vida. Como el tío Vanya y Sonja que seguirán, y hasta el final de sus días, trabajando para no pensar, y soportar con paciencia la llegada de su “hora”.

Queda una frase emblemática de todas, una advertencia que logra hacernos reflexionar sobre la “tarea” que todos tenemos hacia nuestra posteridad:

“Aquellos que vivirán después de nosotros, dentro de doscientos o trescientos años, y para quienes estamos preparando el camino, ¿nos lo agradecerán? ¿Se acordarán de nosotros con una buena palabra?

Información sobre precios y fechas del espectáculo Tío Vanja

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escrito por Valentina D'Andrea
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